Aunque solemos utilizar los términos “escuchar” y “oír” indistintamente, estas dos acciones son muy distintas en cuanto a su funcionamiento y su relación con el cerebro. Entender la diferencia es clave para cuidar nuestra salud auditiva y reconocer a tiempo señales de alerta. En este artículo exploramos qué distingue a “escuchar” de “oír”, cómo afecta cada uno a nuestra vida diaria y por qué realizarse una revisión auditiva es esencial para detectar posibles problemas de audición.
¿Cuál es la diferencia entre escuchar y oír?
Para comprender las diferencias entre escuchar y oír, es importante conocer cómo funciona nuestro sistema auditivo y qué papel desempeña el cerebro en cada proceso.
¿Qué significa oír?
Oír es una función fisiológica involuntaria que ocurre cuando el sonido entra en el oído y el sistema auditivo lo detecta. Se trata de un proceso pasivo: nuestros oídos perciben las ondas sonoras sin que tengamos que prestar atención a ellas. Es decir, mientras dormimos o estamos distraídos, seguimos oyendo sonidos, pero nuestro cerebro no necesariamente los procesa de manera consciente.
El acto de oír depende de la salud de las estructuras del oído, como el tímpano, los huesecillos del oído medio y el oído interno, donde las células ciliadas convierten las vibraciones en señales que el nervio auditivo envía al cerebro.
¿Qué significa escuchar?
Escuchar, en cambio, es un proceso activo y consciente que requiere la participación del cerebro para dar sentido a los sonidos percibidos. Cuando escuchamos, no solo percibimos sonidos; también los interpretamos, les damos significado y respondemos a ellos. Esto requiere que concentremos nuestra atención y procesemos la información que nos llega a través del oído.
Para escuchar correctamente, necesitamos que tanto el oído como el cerebro trabajen de manera conjunta. Problemas en cualquiera de estos dos niveles pueden afectar nuestra capacidad para comprender conversaciones, identificar el origen de los sonidos o incluso disfrutar de la música y otros sonidos del entorno.
¿Por qué es importante saber la diferencia?
Diferenciar entre oír y escuchar es fundamental para la salud auditiva y para reconocer posibles signos de pérdida auditiva o hipoacusia. Muchos problemas auditivos afectan nuestra capacidad de escuchar, incluso cuando todavía podemos oír sonidos. Este es el caso, por ejemplo, de la hipoacusia neurosensorial, en la que se perciben los sonidos, pero se dificulta interpretarlos, especialmente en ambientes ruidosos.
Problemas de audición y escucha activa
A medida que envejecemos, muchas personas comienzan a notar dificultades para escuchar activamente. Frases como “Oigo, pero no entiendo” son comunes, especialmente en ambientes donde hay varios sonidos de fondo, como restaurantes o reuniones familiares. Esto puede ser una señal de alerta y un indicio de que es momento de hacerse una revisión auditiva.
Por otro lado, la capacidad de escuchar activamente afecta directamente nuestras relaciones, rendimiento laboral y calidad de vida. Un problema de audición no diagnosticado o tratado puede llevar a aislamiento social, dificultades de comunicación y, en algunos casos, incluso a síntomas de depresión o ansiedad.
¿Qué papel juega la salud auditiva en el proceso de oír y escuchar?
Para que podamos oír y escuchar correctamente, todas las partes del sistema auditivo deben estar en buen estado. Esto incluye no solo las estructuras del oído, sino también el procesamiento de los sonidos por el cerebro.
Señales de alerta de problemas auditivos
Es importante prestar atención a ciertos síntomas que pueden indicar problemas en el proceso de escuchar o oír:
- Dificultad para entender conversaciones en entornos ruidosos.
- Sensación de que los demás hablan en voz baja o “murmuran”.
- Necesidad de pedir a las personas que repitan lo que dicen.
- Fatiga auditiva o sensación de cansancio después de reuniones o conversaciones largas.
- Aislamiento social o evitar situaciones en las que hay muchas personas, debido a la dificultad para seguir las conversaciones.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable realizar una revisión auditiva para evaluar el estado de tu salud auditiva y determinar si necesitas ayuda o algún dispositivo auditivo.
¿Cómo afecta la pérdida de audición a la capacidad de escuchar?
La pérdida de audición, ya sea por envejecimiento, exposición a ruidos fuertes o infecciones, afecta nuestra capacidad de escuchar de manera activa y comprender el entorno. Cuando disminuye la capacidad de oír, el cerebro recibe menos información, lo que hace que escuchar, especialmente en situaciones complejas, se vuelva agotador.
Efectos psicológicos de la pérdida auditiva
No escuchar correctamente puede llevar a problemas de concentración, frustración y estrés. Además, las personas que no pueden seguir conversaciones suelen evitar eventos sociales, lo cual puede derivar en aislamiento social y afectar su salud mental. Estos efectos se han visto en estudios que asocian la pérdida auditiva no tratada con un mayor riesgo de desarrollar problemas de memoria y otras funciones cognitivas.
La importancia de las revisiones auditivas
Para poder escuchar plenamente, necesitamos un sistema auditivo saludable y, además, una buena conexión entre oído y cerebro. Realizarse una revisión auditiva regular es una medida preventiva que nos ayuda a detectar y tratar cualquier cambio en nuestra audición antes de que se convierta en un problema mayor.
¿Por qué hacerse una revisión auditiva en Clinicaudio?
En Clinicaudio, ofrecemos revisiones auditivas gratuitas para evaluar tu capacidad de oír y escuchar y detectar cualquier signo de pérdida auditiva. Las revisiones son rápidas y sin dolor, e incluyen pruebas como la audiometría, que permite identificar si hay algún problema que esté afectando tu capacidad de escuchar de manera efectiva.
Al realizarte una revisión auditiva en Clinicaudio, no solo obtienes un diagnóstico detallado de tu audición, sino también el asesoramiento de expertos que pueden recomendarte las mejores opciones para mejorar tu calidad de vida.
¿Cómo saber si necesitas una revisión auditiva?
Si alguna vez has notado que puedes oír, pero te cuesta seguir una conversación o entender lo que dicen, o si sientes que tienes que esforzarte para escuchar en ciertos ambientes, estos son signos claros de que debes realizarte una revisión auditiva. Detectar la pérdida auditiva a tiempo hace una gran diferencia en la efectividad del tratamiento y ayuda a prevenir otros problemas asociados.
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